jueves, 7 de enero de 2010

LA MUERTE EN UNA CANCIÓN




Las cuerdas de una vieja guitarra

interpretaron la melodía de mi alma.

La cansada voz de aquel viejo trovador

cantaba los poemas que brotaban de mi corazón.

Los transeúntes frenaban sus prisas

y observaban en silencio al viejo cantor.

- ¿Es poesía?.

- Es amor. El hombre respondía.

Su mirada perdida más allá del horizonte

en busca de su amada guitarra,

que persigue moribunda su voz cansada,

de aquel viejo trovador, que cantaba

en prosa la historia de su corazón.

La historia de dos vidas que se

unieron para vivir su gran amor.



DEL BARRIO